S/2003 Alexander McQueen

En su colección “Irene” de 2003, Alexander McQueen dejó atrás la teatralidad macabra que lo caracterizaba para adentrarse en una narrativa más comercial pero poética, que fue reflejo de su transición personal tras unirse a Gucci Group y transformar su imagen. 

La pasarela se abrió con proyecciones de mares inquietantes y bosques embrujados, dando paso a un viaje que comenzó con piratas y doncellas ahogadas para culminar en una selva tropical. Entre cueros marrones en corsés y minifaldas, volantes color crema y pantalones knickerbockers (pantalones que se arremangaban justo debajo de la rodilla) y referencias isabelinas.

McQueen construyó un diálogo entre dureza y romanticismo, que estalló después en un vibrante despliegue de tie-dye, con un final inolvidable… un vestido arcoíris de tul y boleros que evocaban plumas de ave del paraíso. Fue una colección de transición, donde la disciplina se entrelazó con su inconfundible visión artística, navegando de la oscuridad hacia un mar de color y fantasía.

Referencias: Imágenes tomadas de la app VOGUE RUNWAY.


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