Recap París Fashion Week 2026!

Matthieu Blazy París

París Fashion Week consolidó el escenario donde la moda se vuelve idea, manifiesto y ritual. La pasarela se transformó en un espacio de confrontación entre lo bello y lo incómodo, entre la artesanía elevada y la modernidad inquieta.

Esta temporada, la ciudad respiró una atmósfera de tensión creativa con la búsqueda de proporciones puras, la exploración del cuerpo desde nuevas arquitecturas, y ese deseo tan parisino de hacer del vestir un gesto intelectual. Desde las casas históricas hasta los diseñadores que empujan los límites de la forma, París dejó claro que sigue siendo el punto donde la moda siempre se interpreta de la forma adecuada.

Chanel

París
chanel París
chanel París

Matthieu Blazy en su debut para Chanel presentó una colección que se sintió como una conversación íntima entre su herencia y la mirada contemporánea que intenta reinterpretar

Las tweeds (tejido de lana) suaves, luminosos y cargados de texturas, tejieron una narrativa que osciló entre la ligereza casi cinematográfica y la precisión clásica que define a la casa. Hubo una sensibilidad casi nostálgica en los vestidos vaporosos, las capas delicadas.

También apareció una tensión nueva con cortes más modernos, superposiciones inesperadas y un aire de juventud contenida que buscaba refrescar los códigos sin romperlos. Chanel, una vez más, eligió hablar desde la quietud y la belleza serena, construyendo una colección que se siente como un susurro elegante en medio del estilo de esta semana de la moda.

Saint Laurent

Saint Laurent París
Saint Laurent París
Saint Laurent París

Saint Laurent continuó afinando su lenguaje de poder silencioso, marcado por líneas precisas con hombros definidos.

Las siluetas armónicas y agresivas a la vez, se movieron entre trajes de cuero, vestidos y transparencias contenidas que recordaron el rigor sensual que ha marcado esta nueva era.

La colección destiló minimalismo parisino pero desde una perspectiva casi escultural, donde se interpreto el uso del cuerpo como eje y la sobriedad como provocación.

Louis Vuitton

Louis Vuitton París
Louis Vuitton París
Louis Vuitton París

Se presento en Louis Vuitton una colección decididamente narrativa, donde la herencia histórica de la casa se filtró a través de una sensibilidad moderna y emocional.

Las texturas densas, los materiales experimentales y los juegos proporcionales construyeron un universo donde el pasado y el futuro dialogan sin fricción. La pasarela se sintió como una travesía, que incluyó piezas que parecían reliquias reimaginadas que convivieron con estructuras futuristas, recordando que la marca lleva un destino conceptual.

Dior

Dior París
Dior París
Dior París

Dior y JW Anderson marcó con su debut un romanticismo disciplinado, donde la feminidad se plantea como una forma de resistencia.

La colección transitó entre vestidos de cintura marcada, encajes que parecían reliquias y reinterpretaciones de la silueta bar que evocaron la nostalgia para convertirse en herramientas contemporáneas.

El mensaje fue claro, la delicadeza puede ser rígida, y el archivo puede servir como motor de cambio cuando se reescribe con intención. París recibió un Dior más reflexivo, más emocional, pero igualmente impecable.

Stella McCartney

Stella McCartney París
Stella McCartney París
Stella McCartney París

Stella McCartney reafirmó su misión ética con una colección que hizo de la sustentabilidad una forma sofisticada de lujo.

Las siluetas fluidas, los trajes relajados y los materiales regenerados construyeron un universo donde lo consciente no tiene nada de módico. París se encontró con una marca más madura, más segura del poder de su discurso y con piezas que abrazan la movilidad del cuerpo, colores suaves que transmiten calma y una idea fundamental de que el futuro del lujo debe sentirse liviano, tanto en estética como en impacto.

Tom Ford

Tom Ford París
Tom Ford París
Tom Ford París

Tom Ford se mantuvo en París con un golpe de glamour afilado y nocturno.

La colección fue un recordatorio de que el hedonismo puede tener estructura, con terciopelos profundos, acetatos brillantes, trajes negros que capturan la luz con precisión y vestidos que combinan dramatismo con geometría limpia.

El universo Ford sigue celebrando la sensualidad con carácter, pero ahora desde una contención más elegante, menos obvia, pero igual de electrizante.

Balmain

Balmain París
Balmain París
Balmain París

Balmain entregó una narrativa teatral donde la exuberancia se convierte en declaración cultural.

La colección jugó con volúmenes grandiosos, perlas, floraciones monumentales y bordados que parecen obras esculturales. Pero en medio del exceso, hubo una nueva sensibilidad, un deseo de mostrar vulnerabilidad a través del dramatismo.

A París se adentró un Balmain emocional, potente, construido desde una artesanía que no teme exhibir su complejidad al máximo.

Rick Owens

Rick Owens París
Rick Owens París
Rick Owens París

Rick Owens llevó su visión apocalíptica y poética a una nueva dimensión, presentando siluetas monumentales, volúmenes que desafían la gravedad y una paleta que parecía extraída de un paisaje lunar.

Las túnicas vaporizadas, los acolchados esculturales y las botas marciales transformaron la pasarela en un ritual casi ceremonial. Rick no diseña ropa, el construye mundos.

Y esta temporada, ese mundo se sintió inquietante, sublime y esencialmente suyo.

Isabel Marant

París Isabel Marant
París Isabel Marant
París Isabel Marant

Isabel Marant regresó a la esencia que los consagró con una mezcla natural de desparpajo parisino y sensualidad relajada.

La colección transito entre minivestidos despreocupados, chaquetas de cuero suavizadas por el uso y estampados que evocan una juventud eterna.

Fue moda que se llevó con la misma facilidad con la que se vive una noche en París, sin reglas, sin guion, solo actitud. Marant reafirmó su habilidad para capturar lo cool sin esfuerzo.

Schiaparelli

Schiaparelli París
Schiaparelli París
Schiaparelli París

Schiaparelli volvió a honrar su espíritu surrealista con una colección que combina teatralidad, artesanía fina y una imaginación que no se detiene.

Ojos dorados, proporciones distorsionadas, joyería voluminosa y prendas que parecen relicarios dan vida a un universo donde el cuerpo se transforma en símbolo.

Fue una pasarela que desafía lo literal, que pide ser leída más que interpretada, y que convierte cada look en un objeto de arte. Schiaparelli continúa siendo el epicentro del imaginario fantástico de la ciudad de París.

Mugler

Mugler París
Mugler París
Mugler París

Mugler subió la temperatura creativa con una colección que mostró su dominio del cuerpo como arma estética.

Las líneas afiladas, los recortes estratégicos, el látex líquido y las estructuras futuristas crearon una mujer que no se proyecta, pero se impone.

Cada look parecía diseñado para moverse con la intensidad de una coreografía, manteniendo ese espíritu performativo. Mugler vuelve a ser un acto de energía pura, una combinación de erotismo técnico y poder arquitectónico en cada pieza y siluetas del runway.

No menos relevantes dentro de la energía diversa de Paris Fashion Week fueron también casas como Loewe, Vetements, Givenchy, Nina Ricci, Yohji Yamamoto, Victoria Beckman, Maison Margiela, Hermés, Alia, Elie Saab, Balenciaga, Celine, Valentino, McQueen, Jean Paul Gaultier, Celine, miu miu, Zimmerman, Coperni y Tom Browne. , que aportaron matices indispensables al panorama de la semana de la moda en París. Cada una, desde su propia identidad, amplió el espectro creativo de la semana, desde las construcciones conceptuales y casi performativas hasta los gestos minimalistas, pasando por propuestas que apostaron por la sensibilidad artesanal o por un lujo más silencioso.

Imágenes tomadas de: Vogue Runway.


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