Recap London Fashion Week 2026!


London Fashion Week nos recordó por qué es la ciudad donde la moda respira sin miedo, con un conjunto de visiones, desde el romanticismo teatral hasta el realismo poético.

Entre el 18 y el 22 de septiembre, la feminidad se resignificó, el pasado dialogó con la tecnología textil y las pasarelas se convirtieron en manifiestos visuales muy atractivos.

Simone Rocha

La diseñadora irlandesa Simone Rocha, abrió la conversación con una colección que, una vez más, hizo del exceso un lenguaje emocional. Sus modelos parecían soñar despiertas con tules, flores 3D y corsés que redefinían la delicadeza como una forma de poder. Lo suyo no es solo vestir cuerpos, sino construir universos donde la fragilidad se transforma en armadura. En su mundo, una almohada puede ser un accesorio y una lágrima, como un diamante.

ERDEM

Erdem, siempre poético y cerebral, celebró su 20 aniversario con una oda al surrealismo histórico. Bordados, corsés y encajes narraron una historia de médiums, sueños y vidas pasadas. Cada prenda parecía una página arrancada de un diario antiguo, cosida con melancolía y precisión. Su colección fue más que ropa, fue una exploración de la memoria y de cómo la moda puede ser una forma de reencarnar en algo que sigue siendo humano y propio.

Burberry

La casa de moda Burberry, se movió entre el pasado icónico y el presente urbano. La casa británica apostó por una reinterpretación de su ADN con gabardinas que se transforman, texturas que mezclan tradición y rebeldía, y un aire que a un ambiente muy londinense bajo la lluvia o en otoño. Fue una colección segura, elegante, pero con el deseo de recuperar ese espíritu rebelde que alguna vez definió su herencia punk.

Roksanda

La diseñadora serbia-británica detrás de Roksanda presentó una colección marcada por la escultura textil, esculpiendo el cuerpo femenino con precisión arquitectónica. Sus volúmenes dialogan con el espacio y sus colores con la emoción. En cada prenda hay una tensión entre control y fluidez, entre arte y funcionalidad. Su desfile fue una lección de diseño contemporáneo, donde se interpreta: vestir no solo el cuerpo, sino la presencia.

Marques’ Almeida

La dupla detrás de Marques Almeida presentó una evolución sutil pero significativa, donde se apartaron del denim bruto y las siluetas grunge para abrazar una visión más ligera, fluida, emotiva para la primavera/verano 2026. Bajó la intensidad para ofrecer algo profundamente humano, su nueva etapa dejó atrás el denim agresivo y se movió hacia un romanticismo más relajado. Vestidos fluidos, transparencias y tonos tierra mostraron una madurez emocional.

Fue una de las pocas colecciones que realmente habló de cómo queremos vestir hoy: con libertad, sin rigidez, con una feminidad que no necesita gritar para ser escuchada.

Richard Quinn

Richard Quinn ofreció una de las funciones más teatrales de la semana: “A Night at the Opera”, una puesta en escena envuelta en mármol, orquesta en vivo, chandeliers y modelos que parecían dramaturgas. Flores gigantes, terciopelo, orquesta en vivo y siluetas que parecían salir de una ópera barroca. El director creativo de la marca entendió que la moda puede ser un espectáculo, una experiencia estética total, siendo una explosión pura, de lujo y creatividad.


Desde Chronicle Colombia, me quedo con la sensación de que la moda londinense sigue siendo ese terreno donde la vulnerabilidad y la irreverencia se dan la mano. Donde el tul puede convivir con el cuero, y donde una flor gigante con muchos destellos puede decir más que mil palabras.

Imágenes tomadas de: Vogue Runway.

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